El circuito de INTA, situado dentro del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial cerca de Madrid, es una joya escondida pensada más para la precisión que para el espectáculo. Diseñado originalmente para pruebas aeroespaciales y de desarrollo de vehículos, su trazado limpio y técnico pone a prueba a los pilotos con rectas planas y abiertas, junto a curvas cerradas y calculadas que exigen disciplina más que valentía. El circuito se siente más como un laboratorio que como un escenario de carreras, donde la consistencia, los datos y el control pesan más que la emoción pura. Con apenas cambios de elevación y escapatorias amplias, ofrece un entorno seguro para explorar los límites, lo que lo convierte en un lugar ideal para desarrollo y entrenamientos privados más que para grandes eventos. El circuito de INTA es donde las máquinas se perfeccionan y los pilotos afinan el arte de la precisión.
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